Las tolvas ecológicas, también llamadas, por influencia del inglés, hoppers o eco hoppers, tienen una presencia cada vez mayor en los puertos de todo el mundo y cumplen una función muy importante tanto desde el punto de vista ambiental como social. La instalación de una eco hopper en un puerto marítimo implica una disminución significativa en la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera. El funcionamiento de estas tolvas especiales, al retener una gran parte de las partículas volátiles generadas durante los vertidos, evita la formación de nubes de polvo y otras partículas nocivas que suelen liberarse al descargar mercancías en la tolva, independientemente del tipo de material manejado.